“Aspen ya se siente como mi casa”, dice Mili Sánchez, quien llegó unos días antes al club para aclimatarse, probar caballos y compartir tiempo con sus compañeras de equipo. “Es un club familiar, todo de primera, te hacen sentir muy cómoda. Me preparo con muchas ganas, porque este año está muy competitivo. Tuve la suerte de jugarlo el año pasado también, y es un torneo que se pone realmente muy competitivo: hay buenas jugadoras, vienen organizadas… y las alemanas son bravas, juegan muy muy bien.”

Mili no duda en remarcar lo especial que es este torneo para ella: “Es un torneo que trato de tener siempre en el calendario europeo. Me hacen sentir como en casa, las canchas están buenas, el club está bueno… la verdad, siempre es un placer poder estar acá.”

Una temporada intensa y global

“Jugué la Nations Cup en Chantilly hace una semana, perdimos la final. Ahora estoy en Aspen, la semana que viene tengo un torneo femenino en Berlín. Después me voy 12 días a casa, a Argentina, a despejar un poco la cabeza. Y vuelvo el 30 de julio a Saint-Tropez, donde jugamos otro torneo femenino. Después vienen Deauville y el Open de France, así que tengo polo hasta fines de septiembre más o menos.”

El auge del polo femenino

“El polo femenino está creciendo abismalmente, no solo en Europa, también en Argentina y en todos lados. Ha tomado un auge impresionante. Yo tengo la suerte de poder estar todo el invierno jugando afuera, y más que nada torneos femeninos. Eso antes no se podía, y hoy sí. Hay buen nivel, cada vez más competitivo, y muchas chicas nuevas que están organizadas. Está buenísimo.”

Mirando hacia Argentina

“Después de Europa, arranca la temporada argentina. Así que también tengo la cabeza un poco en eso, tratando de organizar todo y estar en todos lados.”


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