Hoy, en el día de su cumpleaños, recordamos con admiración y respeto a Rubén Solá, un nombre que resuena con fuerza en el mundo del polo. Polista y criador, su trayectoria estuvo marcada por una visión excepcional y una entrega absoluta a la disciplina, dejando una huella imborrable en cada cancha que pisó.
Como polista, tuvo una destacada carrera y disputó la Triple Corona, participando en los Abiertos de Tortugas, Hurlingham y Palermo, los torneos más prestigiosos del circuito argentino. A lo largo de los años, jugó para clubes emblemáticos como Los Indios, Hurlingham y Coronel Suárez, entre otros, demostrando su talento y compromiso con el deporte.

Desde sus inicios, Rubén supo combinar el talento con la dedicación, convirtiéndose en un referente tanto dentro como fuera del campo de juego. Su habilidad para criar ejemplares de alto nivel y su profundo conocimiento del deporte fueron pilares fundamentales en la evolución del polo argentino.
Más allá de los triunfos y reconocimientos, lo que realmente distinguió a Rubén Solá fue su capacidad para transmitir pasión, formar nuevas generaciones y elevar el estándar de excelencia en cada proyecto que emprendió. Su legado sigue vivo en los caballos que llevó a la gloria, en los jugadores que inspiró y en la historia del polo que ayudó a escribir.
Hoy, en su aniversario, celebramos su memoria y el impacto que tuvo en la comunidad ecuestre. Su nombre permanece en la historia, y su espíritu en cada galope de los caballos que alguna vez fueron parte de su sueño.
Source: PoloHUB Read More