Lorenzo Chavanne nació el de 4 diciembre 2007. Todavía no cumplió 17 años.
El 9 de noviembre pasado, el día de su debut en Palermo, Beltrán Laulhé festejó sus 18 años.
Antonio Heguy nació el 5 de mayo de 2003. Tiene 21 años.
Su primo Cruz nació exactamente cinco meses después y tiene la misma edad.
Teo Lacau es del 12 de junio de 2002, ya suma 22 inviernos.
Finalmente Victorino Ruiz Jorba es el veterano del sexteto: nació el 2 de julio de 1998, y tiene 26 años.
Ellos seis fueron los grandes protagonistas del inolvidable sábado 16 de noviembre de 2024 en el Abierto de Palermo. Ellos junto a Nicolás Pieres y Matías Torres Zavaleta, quienes quedan fuera de este análisis por tener 33 y 34 años respectivamente. Ya son +30, mucha edad para estos tiempos modernos del polo (léase por favor con ironía).
Repasemos; en la cancha 2, La Zeta Kazak dio el primer golpe del día al vencer por 14 a 13 a Cría La Dolfina (allí juega Rufino Bensadón, de 22 años, y Bautista Bayugar, de 28), Además de sorpresivo, el partido tuvo la emoción de definirse sobre la campana final, con gol de Beltrán. La Zeta es el segundo equipo más joven del torneo en promedio de edad: 25 años.
Luego, en la 1, Chapaleufú dio un batacazo todavía mayor. Le ganó 16 a 13 a La Hache, el campeón del Abierto de Tortugas. Y lo hizo con contundencia, ganando de punta a punta, sin dejar dudas. Chapa es el equipo con más bajo promedio de edad del torneo: 22 años y medio. Y el éxito llegó el día del debut en la 1 de Palermo en el torneo de tres de sus jugadores: los primos Antonio y Cruz Heguy y Teo Lacau.
Varias temporadas hablamos del recambio del polo. A veces aparecían algunos jugadores nuevos. A veces, algunos más. No cabe duda que 2024 es EL Año del recambio. Para muestra, el sábado 16 de noviembre: de los ocho grandes ganadores de la fecha, seis son Sub 26. Un dato fabuloso.
Esta tendencia se fue acelerando en los últimos tiempos con el crecimiento fenomenal de los tres top de la nueva generación: los hermanos Camilo y Barto Castagnola y Poroto Cambiaso. Lukin Monteverde (posible cuarto integrante de un futuro equipo, cuando los primos decidan juntarse), es el otro gran jugador de los nuevos tiempos.
Hasta hace una década, el polo era mucho más lento en su recambio. Varios jugadores se mantenían en acción mucho tiempo, lo cual es totalmente posible. Lo curioso es que no eran superados por los nuevos.
Hoy eso no sucede. Los chicos les ganan a los grandes. Y muy seguido. Para un deporte, eso es buenísimo. Para el polo, tan acostumbrado a su status quo, mucho más.
Source: CLICKPOLO Read More