La historia del polo olímpico es fascinante y está llena de momentos memorables.

El Polo en los Juegos Olímpicos:
El polo fue parte de los Juegos Olímpicos en París 1924, donde Argentina se coronó como el primer campeón olímpico en este deporte.

Doce años después, en Berlín 1936, el polo volvió a ser parte de los Juegos Olímpicos. Sin embargo, esta sería la última vez que el polo se incluiría en el programa olímpico.
El Roble Olímpico:
Entre las canchas 1 y 2 del Palermo, se encuentra el Roble Olímpico. Este majestuoso árbol fue extraído como un retoño de la Selva Negra y plantado allí.

El Roble Olímpico es un símbolo de esos días históricos y de la pasión por el polo en Argentina.
Personajes Ilustres:
En aquellos tiempos, el equipo argentino contaba con jugadores destacados como Luis Duggan y Roberto Cavanagh.

Estos formidables jugadores más tarde sostendrían la primera gran rivalidad en el polo argentino, integrando los equipos de El Trébol y Venado Tuerto, respectivamente.

Más allá de la dificultad de volver a hacer del polo un deporte integrante de los Juegos, Palermo vive ante la silenciosa y prestigiosa presencia del Roble Olímpico y la plaqueta que homenajea a las glorias de Berlín ’36, que, a 82 años de su logro, vuelven cada vez más brillante aquella medalla dorada que hasta ahora parece irrepetible, pero que la Argentina anhela copiar.

Source: PoloHUB Read More 

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