El CoronaVirus complicó la vida laboral de miles de millones de habitantes del planeta Tierra. Tomás Fernández Llorente es uno de ellos. Pocos pudieron encontrar un Plan B para esta Cuarentena. El polista que jugará la clasificación para La Irenita y que ha viajado por gran parte del mundo, lo encontró.

“Volví de México, donde estuve jugando dos semanas con mi hermano, y enseguida empezó la cuarentena. Soy bastante inquieto, arrancaba todas las mañanas 7 y media de la mañana quemándome la cabeza de que no podía estar encerrado todo el día. Empecé a ordenar las caballerizas, qué se yo… Mi caballeriza necesitaba unos baúles para guardar cosas y me propuse a hacerlo, total tenía tiempo. Estaba viviendo en la casa de mis primos que tenían todas las máquinas para trabajar madera y me lo puse a hacer. Hice dos baúles tremendos, empecé a mandar fotos a mis amigos, la gente me empezó a pedir y ahora le estoy metiendo a eso”.

Lo que empezó como algo solo para ocupar el tiempo, hoy es una actividad paralela. Un emprendimiento en constante crecimiento. “No creía que iba a funcionar pero venimos viniendo 60 baúles en lo que va de cuarentena. Es impresionante. Ni yo creía que podía hacer baúles”, cuenta Tomás. “La idea no era hacer un emprendimiento. Mis primos son fanáticos de ese tipo de cosas, y me dijeron que me ayudaban. Yo era un queso, no sabía lo que era un tornillo. Mis amigos me empezaron a insistir, que estaban buenos, que les hiciera alguno. Había mandado a 10 amigos las fotos, todos querían uno. ¡Sabés qué! Ahí pensé que capaz podía venderlos. Fue divertido, mi primo (Matías Caprile) fue socio y se sumó. Desde que arrancó la cuarentena no paramos de hacer baúles. Estoy ocupado con el proyecto. Me hace muy bien estar las 24 horas del día ocupado”.

El emprendimiento creció tanto que hasta ya tiene página en Instagram: @somoswsur. Y mientras espera poder volver a jugar al polo, Tomasito Fernández Llorente se convirtió en el Rey de los baúles.

Source: CLICKPOLO Read More